RESUMEN DE LA AGRICULTURA
El descubrimiento de la agricultura es uno
de los sucesos más decisivos de la
Humanidad. Supone un cambio radical no
sólo en la economía, al permitir el aumento
de población, sino también en la estructuración y concepciones espirituales de los distintos grupos humanos y es presupuesto básico para otra serie de descubrimientos e
inventos, como la ceramica y la tejedura que, enriqueciendo el
patrimonio cultural. Las consecuencias
más próximas son el sedentarismo de las primitivas comunidades que se constituyen en
poblados y la liberación de parte de la población de la continua búsqueda de alimentos.
La producción intencional de plantas útiles junto con la domesticación de animales,
es decir, la posibilidad de producción artificial de alimentos tiene su origen hace 8.000
años. Las plantas se empiezan a cultivar
antes del 6.000 a.C
.El proceso de cultivo y cosecha de plantas
alimenticias transcurre en un largo lapso de
tiempo, que posiblemente abarca un milenio.
En este periodo, los pueblos mesolíticos
recolectan especies de gramíneas silvestres
que almacenan en sus campamentos.
SOCIEDAD DE LA INFORMACION
Los métodos de la agricultura varían según los elementos técnicos disponibles y las condiciones fisiográficas. En los primeros estadios del Neolítico se practica una agricultura simple de azada y en los lugares boscosos se procede a la tala y quema periódica. Posteriormente, la introducción de abonos y sobre todo el progreso técnico que supone la invención del arado, que implica necesaria- mente la posesión del ganado mayor, conduce al desarrollo de la agricultura moderna. La agricultura explota el ciclo vegetal en cuatro etapas: la preparación del suelo, la siembra, el cuidado de los campos de cultivo y la recolección. El cultivo de las plantas exige un trabajo previo de preparación del suelo, que se realiza mediante un doble proceso: remoción de la tierra y mejoramiento de su composición química. La agricultura implicó la domesticación de algunas especies de animales, que servían como alimento (leche y carne) y como fuerza de tiro. Se tomó el hábito de trabajar la tierra o acondicionarla, con la finalidad de sustituir la vegetación natural por asociaciones útiles.
En las sociedades nacidas de la revolución industrial, un
trabajador era capaz de cosechar la cantidad
necesaria para alimentar a unas quince personas más, de manera que la parte dedicada a
las tareas agrícolas no representaba más que
el 10 u 8%. El campesinado va perdiendo su
importancia relativa en todas las partes del
mundo: en numerosos países va a disminuir
sus efectivos de manera absoluta. A pesar de
la pérdida de mano de obra de la agricultura,
ésta sigue condicionando la vida del conjunto de las poblaciones. Las dificultades que
resultan de la rapidez de su evolución y la
gravedad de los problemas que debe afrontar,
la hacen acreedora de una constante atención.
El ramo agroalimentario ocupa en la
actualidad un lugar importante y en algunas
ocasiones preponderante, en el sector industrial. La variedad de sus productos enconserva envasados al vacío o congelados- no
cesa de ampliarse. En el comercio al detalle
compiten ya con los productos agrícolas. Y
su éxito debería seguir aumentando. La
industrialización de la alimentación es una
etapa característica de las sociedades desarrolladas del siglo XX. La agricultura se encuentra al poco
tiempo en una tenaza, cuyos brazos son los
todopoderosos proveedores, que venden
máquinas agrícolas y abonos caros, y los despiadados clientes, que compran los productos
baratos para revenderlos o transformarlos. El
agricultor que quiere sobrevivir es obligado a
endeudarse para aumentar su producción y a
menudo a aumentarla para hacer frente a sus
deudas. Frente a esta postura, los agricultores
abrieron una nueva era en la alimentación al
crear cooperativas de compra. Existen programas agroalimentarios, como el que la CEE puso en mar-
cha en 1979, que consisten en evaluar la relación entre la calidad de los productos y las
técnicas de producción.
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